Arquitectura, Construcciones

Reciclaje vs. Upcycling de materiales: el reto de los arquitectos del futuro

Para liderar la transición verde, los arquitectos deben ser capaces de reinventarse para hacer proyectos no solo estéticos y funcionales, sino también sostenibles y alineados con las nuevas normativas europeas y estatales. También, conocer técnicas sostenibles como el reciclaje y el upcycling (suprarreciclaje) y, sobre todo, saber cuándo y cómo utilizar cada una en sus proyectos de construcción circular.

La sostenibilidad se ha convertido en una prioridad para el sector de la construcción, ya que representa uno de los más contaminantes del planeta: es el responsable del 50% de los recursos extraídos, del 35% de las emisiones de carbono y del 30% del agua consumida.

¿Cuándo reciclar y cuándo hacer ‘upcycling’?

El reciclaje es una práctica que ha sido utilizada durante décadas en el sector de la construcción, especialmente para materiales como el vidrio, el metal, el papel y el plástico. Sin embargo, no está exenta de desafíos: requiere de una cantidad significativa de energía, implica una pérdida de calidad y no es viable para muchos materiales.

El upcycling, técnica de creación de productos nuevos y de mayor valor a partir de materiales reciclados, se presenta como una alternativa sostenible y creativa al reciclaje en la construcción. Requiere menos energía y ofrece mayor libertad creativa a los arquitectos al permitirles transformar los materiales desechados en objetos únicos y personalizados, sin tener que pasar estos por un proceso industrial.

Aunque el debate entre el reciclaje y el upcycling persiste, la elección entre ambos enfoques dependerá de la disponibilidad de materiales, la viabilidad técnica y los objetivos específicos de sostenibilidad de cada proyecto.

Sin embargo, muchos arquitectos abogan por un enfoque que combine ambos métodos. De esta forma, se puede emplear el reciclaje selectivo para aquellos materiales que así lo permitan y conserven su calidad. Por otro lado, se puede apostar por el upcycling para los materiales que no son aptos para el reciclaje o que pueden ser transformados en productos de mayor valor estético y exclusividad. 

¿Qué podemos hacer a partir de los materiales existentes?

A partir de este planteamiento, se buscan todas las alternativas posibles de recuperar lo que es tratado como desecho y pasar de un ciclo de vida lineal en el que los materiales que “ya no sirven” simplemente son desechados sin pensar en qué pasará con ellos al llegar a un tiradero de basura a un ciclo de vida circular, en el que el material desechado se transforma, re-configura o combina con otros materiales también reciclados para ser reincorporados a un nuevo ciclo de vida, incluso con un uso distinto al que originalmente fue destinado.

Hasta hace unas décadas, nos parecía adecuado simplemente depositar los desechos en el basurero, quizá, si mostrábamos un poco de entusiasmo incluso separarlos por categorías, pero siempre dejando que de la siguiente etapa se encargará alguien más. Esta resultaba una tarea sencilla porque una vez que dejábamos de ver nuestros desechos, no nos preguntábamos a dónde iban a parar, qué pasaba con ellos una vez que eran recolectados, las problemáticas que podían generar en los tiraderos de basura y mucho menos si podíamos (re) aprovecharlos. 

Aunque en la actualidad diseñar, construir y desarrollar nuevos materiales a partir de los desechos es una posibilidad, no deja de representar un reto para los diseñadores, arquitectos y profesionistas de la construcción en general, principalmente para aquellos que continúan contemplando como única alternativa los materiales tradicionales, puesto que implica invertir el proceso de concepción; son los materiales existentes  lo que define el diseño, y no el diseño quien define los materiales. 

Por otro lado, podría pensarse que este tema debería recaer en los interesados, es decir, en aquellos sectores que de manera autónoma se muestran entusiasmados con la idea de incorporar/recuperar desechos en sus proyectos o bien, para la generación de nuevos materiales. Sin embargo, es inconsciente pensar que desde nuestra trinchera no nos corresponde contribuir a reducir el impacto ambiental de nuestro quehacer diario –considerando que es justamente nuestra área una de las que más desechos, producción de residuos y contaminación genera– creyendo que eso debería ser tema de interés únicamente de ambientalistas y de ecólogos, y a nosotros nos debería dejar seguir haciendo “lo nuestro”. 

Estas últimas posturas son precisamente lo que nos han llevado a experimentar y contribuir a incontables conflictos ambientales en los últimos años, porque siempre recaemos en la postura del “experto en esto y desinteresado en todo lo demás”, de continuar pensando que es responsabilidad del otro. 

Estamos cerca de llegar al momento en que no será posible seguir con la producción de los materiales que hasta ahora nos resulta tan sencillo y asequible conseguir, y para entonces, llevaremos ya mucho tiempo de retraso en pensar cómo podemos solucionar nuestras demandas. Por ello, es relevante pensar en un futuro no muy lejano, donde el diseñar y construir de manera sustentable comienza desde los materiales que elegimos y cómo estos son producidos y generados. Quizá, podemos poner en duda si el utilizar materiales reciclados será la acción que defina nuestra contribución a reducir el impacto ambiental que generan nuestras actividades o si es esta la alternativa “ganadora” que por fin terminará con la generación excesiva de residuos y contaminantes. Sin embargo, es un gran paso para despertar conciencias y mover nuestra creatividad más allá de la línea que empieza en el diseño y la producción desde cero.

Este artículo es parte de los temas de ArchDaily: El Futuro de los Materiales.

¿Y tú, practicas el upcycling? Déjanos tu opinión.

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